Diálogos de piel y deseo VIII...

Deseo hacerte el amor... 

Y en ese instante de intenso deseo... 

Entre mis labios, tu nombre se escapa...

El deseo, pidiendo que me ames y me folles sin límite...

Deseo me hagas el amor cada día, cada amanecer... 

Deseo mi nombre entre tus labios suspirando... 

Entrecortado mientras el placer todo lo envuelve... 

Deseo amarte mientras follar, resuena entre tus suspiros... 

Deseo te sientas amada y follada como tú, lo haces sentir en mi...

Un desorden de Caricias... 

Todas caminando hacia ese placer que ahora...

Ya se está acumulando...

Deseo ese desorden que te recorra la piel... 

Que te sienta latir e inflamar... 

Brotar camino de ese placer que conozco...

Que tu piel esconde y yo, deseo hacer que fluya... 

Que lo haga en mi... 

Sobre mi piel o entre mis labios... 

Todo en mi un...

Hoy (siempre) es... Lunes...

Y me tienes en ti... En tu piel, desde el amanecer, desde que entre las sábanas te sientas despertar... Durante toda la noche en la que te deseo, sentir descansar... Te deseo sientas, arropar, abrigar, envolver suave entre mis brazos, entre mis yemas, pegada a mi piel... Enredada en mis labios... En mis besos que te besan lento... Suave... Despacio...

Cuando tus pies se posen descalzos en el suelo, camino del baño, bajo la ducha, entre reflejos... Frente a ese cajón tan íntimo en el que mis manos, mis yemas se perderán mientras escogemos... Camino de esa cocina, donde el aroma del café se sumará al de tu piel, al de mi piel en ti... 

Arreglada cuando te veas en ese reflejo, junto a la puerta, cogiendo tus cosas... Cuando escuches cerrar, pasar la llave, tus primeros pasos por el pasillo, camino del ascensor, de la calle o del garaje, en el coche o en el bus... Ahí, siempre, me tienes en ti... 

Al llegar, mientras quizás esperas que sea la hora, que llegue, que te atienda... Ahí, siempre, me tienes en ti... 

Mientras escuchas, mientras comentas, mientras transcurre todo, sentirás mis ojos recorrerte atentos a tu piel, al brillo de tus ojos, al gesto de tus labios, a tus mejillas sonrojadas, a tus manos sobre tus muslos, a tus dedos enredados, a tu manera de sentarte, al tu modo de sentirte... Ahí, siempre, me tienes en ti... 

Porque da igual donde estés, a donde vayas, de donde vengas... Tú, allá donde estés, me tienes en ti... 

Me sientes?

Amanecer(es)...

He descansado con tu piel pegada a la mía...

Al amanecer, tus susurros me han despertado...

Al amanecer,  tus susurros me han llevado a esa mañana...

Estoy así,...entre tus dedos, sobre tí, tus manos me mueven...empujan una danza de movimientos suaves...

Estás así, entre mis piernas, saboreándome, llevándome a ese lugar...esperando para ir conmigo, acompasándonos...haciéndome el amor lento....

Estamos así....a punto de estallar en luz...junto con el amanecer...

Te deseo....Buenos días...

GdM.

Despiértame...

Despiértame al amanecer, en cualquier amanecer, en medio de los amaneceres de estos días... Despiértame porque me deseas, porque te es inevitable subir a buscarme a ese desván... Despiértame, sabedora de mi deseo, ese que me hace esperarte desnudo sobre las sábanas, perdido entre ellas... Hazlo, ven, porque mis ojos desean que tu piel me invada, que seas lo primero que vea... Desean enfocar sobre tu piel bonita, tu sensualidad, tus formas, mientras ya tu aroma me invade... Hazlo, ven, deseo sentir el calor de tu piel, las caricias que hoy deseas inventar en mi, conmigo... Hazlo, sube, no lo dudes, mi piel te estará deseando cada minuto de la noche, esperando que llegues, que me hagas el amor, que me dances la piel... Que brotes líquida sobre mi, entre mis yemas, entre mis labios... Ven, calma mi deseo y mi sed de ti... Déjame beberte como la otra tarde, sin contener, sin detener, con tu deseo desbordando mis labios, inundando mi boca de tu salado sabor... Con tus yemas en mi pelo, tus muslos en mi cuello, tus pies en mi espalda... Toda tú invadida de mi, y tu ano invadida de ellos, del que tú desees de ellos... 

Ven... Te estaré esperando... Te estaré deseando... 

Ven... Vestida de mi para vestirme la piel, de ti... 

Déjame ayudarte...

Sabes, que mi deseo no tiene barreras, límites... Que disfruto del placer de colarme en todo, todo lo cotidiano... Y en ese instante, también deseo colarme... Deseo acompañarte, desnudarte despacio entre susurros, ayudarte a tumbar, a recostar, a colocar en la postura más cómoda... Esa que además, te permita mirar, mirarme, observarme hacer sobre tu piel posando tus ojos en mi y en ese reflejo, ese que te deja componer ese instante... 

Sabes... Que deseo hacerlo... Que deseo tu piel encendida, cargada de ganas, de deseo de sentir, de sentirme, de sentir mis yemas extender ese gel que poco a poco se hará espuma a la vez que alguna de mis yemas, más traviesas, se pierda en ti, en rondar tus más íntimos rincones... En sentir ese deseo líquido que deseo mi presencia, te provoque... Sin remedio... Sin límite... Sin poder ni desear contener... Ese líquido, me pertenece, me alimenta, calma mi sed, hidrata mi piel, me inunda de ti... Me invade de ti, de tu sabor y tu aroma... Y ahora, justo ahora cuando delicadamente me dedico a tu piel... Te deseo fluir sin límite, quieta pero incontroladamente extasiada, suspirando a la vez que se escucha el sonido de tu piel... 

Con la piel salada...

Han pasado los días, las horas, los minutos y llega el momento de regresar... Sentada en el coche quizás te detengas a leer, mientras el paisaje camina rápido por tu ventana, mientras el sol cae lento sobre el horizonte... 

Han pasado los días y en ellos, en todos sus minutos, tu piel se ha cubierto de sal, de esa sal que deseo entre mis labios, que de tu piel adquiere ese sabor único... Ese sabor que deseo probar, beber, saborear... Ese sabor que deseo que ahora, tú, desees entregarme... Deseo que tú, me permitas probar...

Han pasado lo días, y de ellos te traes ese abrazo, esas risas y sonrisas, el paladar de sus comidas, el sonido de sus brisas, el color de sus amaneceres... El dulce de esas duchas al anochecer... El sabor de mis labios, el tacto de mis yemas, el deseo de más... De más mar, de más sal, de más... 

Han pasado lo días... Y en cada minuto de todos ellos, has de haberme sentido... Bajo tu mar de piel... Salada... 

Soy en Ti...

 Lunes, 2 de julio de 2018

Soy en ti... Una caricia que muestra un intenso deseo...

Soy en ti... Esa mano traviesa, sensual que se dedica a seguir tus suspiros, a provocarlos, a seguir el suave ritmo que me marque tu latido... Despacio, hasta conseguir se acelere... Y con él, mi piel, mi deseo...

Soy en ti... El deseo que a ambos nos desvela, nos despierta la sed, nos guía hasta que nuestros labios se encuentran, hasta que te siento llenar mi vacía...

Es un inmenso placer ser deseo para ti, por ti... Que me enciende, que me hace danzar sobre ti, sentir contigo, hacerte sentir en mi, conmigo... Cada madrugada... 

Soy en ti... GdM...

Sin tiempo...

Así, deseo que sea...

Así, deseo que sientas...

Así, deseo que fluyas...

Así, deseo que brotes...

Porque en ese instante, el mundo dejará de girar, los relojes dejarán de caminar, y el tiempo, como por arte de magia y de tus suspiros, se detendrá... Se detendrá desde el primer roce, desde que mis yemas comiencen a desnudarte, desde que ellas se enreden en tu lencería para apartarla suavemente, para retirarla despacio, así como se desenvuelve un regalo, un tesoro, algo que deseas tanto y desde hace tanto que no deseas que se te rompa, que no deseas que nada estropee ese momento... Y así, desnuda, quizás tímida pero confiada, seductora y sensual, bonita, sabedora de mi, de ese mimo, esa dulzura, ese deseo suave que en mis labios se hace sed... Sed de ti, sed de tu piel, sed de tus labios... Sed de cada gota de ese elixir que hoy, será mío... Que hoy, brotará por fin entre mis labios, mojará mi rostro, mi nariz, mis manos, mis yemas... Desbordará la comisura de mi boca escurriendo por mi piel... Porque en medio de toda esa lenta suavidad, hoy, te deseo manantial, torrente líquido de sabores, de aromas, de senos inflamados, redondeados, de pezones endurecidos, erectos, de respiración agitada... Hoy, te deseo así, sin control de ti, sintiendo sin control a la vez que tus dedos se enredan en mi pelo, que tus uñas arañan mi espalda, que tus pies se apoyan en mis hombros, o rodean mi cuello, o me golpean en medio de ese placer... Ese placer que te deseo... Porque yo, te dese placer... Un placer constante que te invada, que te sea intenso en esa suavidad, que se extienda sin orden, sin fin por cada rincón y poro de tu piel... Solo sé que en él, en ese placer, en ti, en tu piel, en tus labios, con tu sabor entre mis labios, entre tus muslos... No sabré cuando detener, en que momento detenerme... Y tendrás que ser tú, quien lo haga, quien me pare, quien me detenga... 

Tan cerca de ti...

Te he seguido, de cerca... Observando tus pasos, tu piel, los lugares en los que te has detenido, allá donde tus ojos se ha posado, los instantes que tu cámara han capturado... Te he seguido sintiendo tu aroma, ese aroma que desprendes a tu paso y en el que yo, me deseo enredar, perder... Te deseo sentir, sentirte latir, sentirte sentir, sentirte suspirar, sentirte derretir, deshacer estremecer, sentirte respirar, sentirte respirarme, sentirte invadime mientras mi deseo te invade de mi... 

En un instante, me he adelantado, camino de ese hermoso lugar, húmedo, líquido como húmeda y líquida te deseo en mi... Me he apartado, ocultado entre los árboles, en un discreto rincón en el que he montado mi refugio... A él, a mi, deseo atraerte, hacerte saber que estoy, que estoy en ti, cerca, muy cerca, tan cerca que puedes tocarme, rozarme, olerme, besarme... Hacerte sentir ese deseo de ti que a mí me invade, me envuelve, ese deseo que me incendia las ganas de ti... Y quizás, tras sentarte a comer algo, en ese rato de pausa, de descanso, de reponer fuerzas... Te levantes, me busques, te atrevas, no puedas contener las ganas, el deseo de mi piel, de mis labios, de mi... Y allí, entre el murmullo del agua, del bosque, de los pájaros... Se cuelen los suspiros de tu piel, de mi piel en tu piel, de tu piel en mi piel... De dos pieles que se desean sin límite, sin medida, sin tiempo, sin contener... 

Así... Te deseo en mi... 

Así... Deseo tu deseo desbordado en mi... 

Así... Te deseo sostener... 

Así... Deseo hacerte el amor... 

Así... Deseo me hagas el amo...

Así... Deseo sentirte fundir en mi... Conmigo en ti... Dentro de ti...

Diálogos de piel y deseo VII...

Asomo fugaz...
A rozar tus labios...
A despertar tu piel, en mi... 

Te siento llegar...

Rozarme...

Rozarme la piel y despertar cada poro de mi...

Deseo tus labios, tus besos...

Deseo tu piel... 

Cada poro de ti...

Deseo me sientas...
Sin dudar en ti... 

Te siento...

Aunque sea un minuto...  

Te tengo y te siento en mi...

Aunque sea así, fugaz...

Te deseo la piel... 
He de salir... 

Te deseo... Toda tú en mi... 

Lo hago, contigo en mi... 

Besarte, antes de salir...

Contener tus senos bajo la ropa...

Me dejas... Con más ganas de ti... 

Con el deseo encendido...

Latiendo...

Ardiendo...

 

Me sabes a mar...

Me sabes a mar, a ese mar que añoras, que extrañas, ese mar que añora tu piel, que desea envolverte, rodearte, invadirte líquido para contenerte en él... 

Me sabes a mar, ese mar que a través de mis ojos y mi piel desea llegar a ti... Calmar esas ganas, tus ganas de piel salada, de sol, de arena, de paseos por la orilla, de atardeceres eternos...

Me sabes a mar, al mar de tu piel en mi, a sus gotas cubriéndote de él, pintando caricias cuando se secan sobre ti, dibujando caminos que mis besos desean seguir, aprender...

Me sabes a mar... Y en el mar, en ese mar en el mar de piel, me deseo... Me deseo bañar... Me deseo perder... Me deseo enredar...