Donde se funden la pasión por las imágenes bellas con el desorden de mis, tus letras...

jueves, 31 de diciembre de 2020

Escucha...

Es el sonido de la noche, de la última noche de este año... Un año horrible, por todo lo que lo ha rodeado, en el que sin embargo, hermoso en tu piel, en el que no he dejado de sentir tu calor, no hemos dejado de sentirnos, de respirarnos... Caen lentamente los minutos, los segundos, camino de ese instante, ese en el que el reloj danzará para marcar un final, un comienzo... Ese en el que todo se envuelve de fiesta, de luces, de brindis, de nuevos y buenos deseos... De explosiones en el cielo... Ese en el que hoy, esta noche, deseo detener el tiempo, detenerlo en tu piel, detenerlo una hora, entre esa hora y la siguiente... 


Justo en ese instante... Ese en el que comienzan a sonar las campanas... Yo, te deseo, te deseo en mi, te deseo desnuda en mi piel, adornada por ese lencería que hoy hemos escogido con mimo, te deseo tan hermosa y sensual como tú eres, tan brillante y sonriente como tú eres en mi, te deseo sobre las sábanas, te deseo iluminada de oro y envuelta de luz y deseo... Te deseo, suspirando entre campanas, al ritmos de ellas camino de ese placer, ese que sabes te deseo, te deseo provocar, deseo hacer nacer dentro de ti y que en ese instante brote, emerja, fluya, se derrame... Envuelta en mis yemas, en mis labios, en mi susurro, en el lento resbalar de mi sexo que desea llenarte de mi, de ese modo corto que te hace deshacer, de ese modo profundo que te hace suspirar... Te deseo danzando, al ritmo de tus deseos, de tus suspiros, de lo míos que solo tú provocas... Te deseo sensual, sexual, entregada a esta mi piel que te desea... 

Justo en ese instante... Con esa copa alzada entre tus yemas... Me deseo en tu mente, en tu piel, en cada poro de ti... Me deseo en uno de esos deseos de Año Nuevo... Te deseo, sabiéndote en mis deseo, en mi copa, en mi mente, en mi piel, entre mis labios, entre mis yemas... Me deseo en cada rincón, a tu espalda, tras esa puerta, en ese reflejo, entre esas estrellas con deseos dibujados... Tras las cortinas en el aire, en el cielo, en el brillo de la luna, en el aroma de la noche, en el aroma que desprende tu piel... Me deseo sobre tu pecho, entre tus senos colgando, a instantes acariciado por tus yemas... Del mismo modo que deseo te sepas y sientas en mi... 




Justo en ese instante... Te deseo al oído... Suave, lento, rasgado, en un leve susurro que deseo te haga erizar, latir, sentir, estremecer...

Feliz Año Nuevo...