Son mis yemas, mis manos, mi piel... La que te viste, cada día... Cada amanecer...
Son mis yemas, mis manos, mi piel... Las que te cubren con esa lencería, o esa, o esa otra... Porque antes, hemos escogido frente a ese cajón desnudos...
Son mis yemas, mis manos, mi piel... Las que te recorren, las que te acarician, las que te abrigan entre reflejos...
Son mis yemas, mis manos, mi piel... Las que te visten aunque te deseen desnuda... Para amarte, para follarte ahora, la mañana, el día... La vida...
Son mis yemas, mis manos, mi piel... Y todo el deseo que contengo el que te cubre de mi cada día, el que te viste cuando te desea desnudar... El que se pierde en la bonita sensualidad que envuelve tu lencería, tu ropa cada día... El que arde en deseo de ti con solo pensarte, imaginarte, verte... Arde en deseo de respirarte, de olerte, de beberte...
Son mis manos... Mis yemas... Mi piel... Mis labios y cada rincón de mi ser...
Los que te desean...