Llévame... Entre tus cosas, en tu piel, entre tus yemas, entre tus labios...
Llévame allá donde tú vayas, a donde tú piel desee... Llévame desnudo, sediento, en ese lugar de tu equipaje donde se guarda tu lencería, donde quizás se esconden traviesos algunos de nuestros juguetes...
Llévame... Para ver lo que tus ojos ven... Para percibir, los aromas que tu piel percibe... Para sentir, el frío o el calor, el sol o la lluvia que cada poro de ti siente...
Llévame... Porque yo, deseo ir en ti, ir contigo, ir perdido en los confines de tu piel, en sus más íntimos rincones, en los lugares más sensibles...
Llévame... Donde me desees, porque yo me deseo en ti, entre tu ropa, en las costuras de tu lencería, sobre tus senos que contengo, en ese lugar donde descansa tu colgante... En tu cuello, bajo tu pelo, hecho susurro como la brisa, que te invada cada vez que me pienses... En cada amanecer, en cada atardecer, en cada reflejo, en cada ducha, en cada una de esas gotas de agua caliente que resbalen tu preciosa piel...
Llévame... Porque yo, me deseo en ti, en tu piel estos días... Todos... Y mi voz, al oído, suave, lenta, rasgada, cálida... Hecha susurro te susurre... Te siga susurrando...
Felices Fiestas...