Hazlo, acércate, ven... Deseo atraer tu mirada a este rincón, ahora que te sé apartada del mundanal ruido, perdida en descubrir y sentir, en redescubrir lugares y rincones tan hermosos... Ven, porque yo deseo descubrir y redescubrir tu piel y tu mirada... Esos ojos grandes y brillantes que me miran excitados, extasiados, perdidos en el sonido de mi voz... Ven, porque deseo que mientras me leas, cada vez que lo hagas, te recorra la piel un escalofrío, uno de deseo, uno al que sigan mis yemas, mis labios, mis besos, mi piel desnuda desnudando tu piel... Ven, porque deseo que durante estos días vengas más, te asomes más y te enredes en mi... Me cuentes al oído, me muestras lo que tus ojos ven, lo que tu piel percibe... Ven, porque de tus labios deseo escuchar cada detalle, como de ellos deseo hacer brotar cada suspiro que contienen, que contienes...
Hoy, cuando caiga la noche y la luna todo lo invada con su luz... Seré yo el que vaya, el que desnudo recorra las estancias de ese lugar, ese desván solitario en el que deseo nos encontremos... Con la única luz de la noche, deseo nos hagamos el amor... Nos fundamos en la magia de la noche, en el deseo de dos pieles que se buscan... Que se encuentran...
Ven... Mírame... Hazlo... No dejes de hacerlo... Te deseo aquí, me deseo ahí, te deseo en mi...