Ahora, con el deseo a flor de piel... Contenido por días aunque siempre, deseoso de ti... Ahora, me rodean tus yemas suaves, resbalan por el tronco de mi sexo erecto antes de, rodearme, de envomverme ahí, en tu mano, entre tus yemas, tus dedos, tu palma... Ahí, acogido, desnudo bajo tu quietud, o tu lenta danza, seré incapaz apenas de contener el deseo y las ganas de ti...
Ahora, cuando siento brotar esas primeras lágrimas de deseo, de placer... Mi piel se eriza a la vez que inspiró profundamente y te pronuncio... A Susurros... A latidos... A suspiros que desean gemir en ti... Contigo...
Ven... Te estoy deseando...