Donde se funden la pasión por las imágenes bellas con el desorden de mis, tus letras...

lunes, 21 de febrero de 2022

Hoy... Tienes cita... Conmigo...

Y yo, ya te estoy deseando... 

Mis yemas, mi piel, mis ganas, mi sed... Te están esperando y deseando... Deseando escucharte llegar, escuchar tu voz saludar entre quienes esperan, pero yo, te espero solo a ti... 

Saldré a buscarte, y solo verte, ya harán que mi deseo, arda... Arda en deseos de ti... Despacio me acerco, te miro y de repente, me ves, me miras... 

"Si me acompaña, comenzaremos enseguida..."

Me sigues hasta esa pequeña habitación... En ella, esa silla, esa camilla y la decoración que ya conoces... Te entrego un albornoz y te dejo a solas, para que te prepares... Apenas unos minutos y ya estoy de vuelta... Cierro la puerta a mi espalda y me acerco a ti... Tú, me esperas ya recostada, con el albornoz anudado a tu cintura... Me lavo las manos, con el agua templada y me acerco a tu lado... Te escucho describir lo que deseas, también esa duda... Rasurar tu pubis al completo o dejarlo dibujado por ese pequeño triángulo... A susurros te digo, que lo que tú desees... Que empezaremos por el triángulo y luego, podrás decidir si continúo o no... 

Acerco todo lo que necesito y me coloco a tu lado... Mis yemas, cálidas y lentas, se posan sobre tu piel, la piel de tus piernas... Desde ahí, con una mano, asciendo lentamente hasta tus rodillas, tus muslos... Muy despacio, hasta que me voy abriendo paso por la abertura de tu albornoz... Aflojo el nudo y termino por descubrir tu pubis... Mis yemas, rozan esa parte de ti sintiendo tu vello... Tu piel... Me encanta... Y ese me encanta suena rasgado, susurrado para que puedas sentirlo, escucharlo... Acerco mi rostro a ti, a tu pubis a tu sexo... Para impregnarme de tu aroma, del aroma de tu piel, del aroma a deseo que deseo emane de ti... Y soplo... Un leve soplido que me deja sentir tu vientre, agitarse... 

Me acerco a tu rostro, a tu oído para susurrarte... "Sabes cuanto llevo desenado ser yo, quien lo haga...?" Regreso, y te pido que separes levemente tus piernas... Humedezco mis manos en agua templada para humedecer tu piel... No puedo evitar detenerme a observar como esas gotas, resbalan entre tus muslos, sobre tu sexo que por momentos siento brillar, inflamar... Extraigo una pequeña cantidad de gel que me ves acariciar sobre una de mis manos... De ahí, con mis yemas, lo voy extendiendo sobre tu pubis a la vez que adquiere ese color blanco, espumoso... Mis yemas, se cuelan lentas sobre tus ingles, rodeando tu sexo sin rozarlo... Me parece percibir la humedad, que nace dentro de ti... 

Me aparto mientras preparo, la cuchilla... Y tú, me observas en silencio... Un silencio que solo rompe tu respiración, algo agitada... Apenas unos instantes después, esa hojilla comienza a dibujar sobre tu piel a la vez que desaparece tu vello... Lento, delicado, cuidadoso, con una de mis manos posada sobre ti voy construyendo ese pequeño pero sensual triángulo que corona tu sexo, que apunta a tu clítoris... Me cuesta, contener las ganas, la sed, el deseo de invadirte, de recorrerte, de perderme en ti... Me cuesta, contener bajo mi ropa el deseo que tenerte así, me provoca... Me cuesta tanto, que me detengo para desnudarme, para mostrarme a ti, para hacerte consciente de mi sexo, inflamado y erecto, deseoso de ti... 

Me doy cuenta que tú, has ido apartando ese albornoz hasta quedar casi desnuda... Mostrando, la belleza de tu piel de tus senos, de tus pezones, de tu cuello, de tu escote adornado por ese colgante... Me detengo para acercar mis labios a tu oído y susurrarte... "Sabes cuanto te deseo...?"... Y, de regreso a tu pubis, besar tus labios, besar tus senos, atrapar uno de tus pezones y succionar de él, lamerlo y morderlo mientras te siento suspirar en silencio... Sobre tu pubis, continúo depilando tu piel... Aunque ahora, mis yemas, rozan ya traviesas tu sexo... 

Entre pasada y pasada, limpio la hojilla sobre una toalla a la vez que me aparto para disfrutar del placer de tu piel, para comprobar que queda, como yo deseo... Como deseo que tú, desees... Al terminar, de nuevo humedezco mis manos y con ellas y un suave pañuelo, termino de retirar los restos de espuma... Acerco un gran espejo vestidor a tus pies y te rodeo, para agacharme junto a tu cabeza... Al oído, te pido que mires, que observes y que me digas si ha quedado, como te gusta, como tú deseas... Mientras lo hago, mis manos buscan abarcar tus senos, atraparlos, juntarlos, alzarlos, contenerlos... De tus labios, logro entender una afirmación... Y, de nuevo, me aparto para continuar... Vierto una generosa cantidad de vaselina líquida sobre un cuenco antes de acercarme de nuevo a ti, desnudo, erecto, deseoso, provocado... Aunque contenido... Una vez a tu lado, mis yemas se sumergen en el untuoso líquido para mojarse y dejarlo gotear sobre tu piel... Me excedo consciente deseando que escurra sobre tus caderas, entre tus muslos... Sobre tu vientre y ombligo... 

Tus manos, tus yemas, se agarran a la sábana, al enrollado albornoz mientras mis yemas, mis manos comienzan un masaje sobre tu piel... Uno que desea hidratarte a la vez que te desea hacer sentir, invadir de mi... Sin orden, comienzo a recorrerte, a resbalarte... A llenarte de caricias, a extender ese líquido que se mezcla con ese deseo que ya, brota de ti sin límites... Por momentos, contienes tus senos, acaricias tus pezones entre suspiros mientras yo, mis manos, mis yemas continúan en ese masaje que desea hacerte el amor... 

Mis manos, te desean... Mis manos y mis dedos, mis yemas... Ambas, resbalan entregadas a tu piel, a tus suspiros, a ese placer que te deseo intenso, que deseo sientas desde el primer roce... Y, mientras ellas andan perdidas en ti, siento una de tus manos rodear mi sexo... Ese que conoces y que deseo en ti siempre... Ese que ahora, late erecto entre una de tus manos que lo recorre, lo resbala, lo contiene... Tiras de él atrayéndome a ti... Tiras de él para hacer que mi glande, roce tus pezones, tus senos... Para alcanzarlo con tus labios y besarme, contenerme entre ellos... Y yo, suspiro y te pronuncio si detenerme, sin dejar que mis yemas y mis dedos se aparten de ti, de tu sexo, de tu pubis, de tu clítoris... De tu ano que ya brilla de ti y de ese líquido que te hidrata... 

Entre tus labios, mi deseo crece más... Se tensa más... Me llevas al borde de ese placer, que sé me deseas... Y, aunque te suplico, no te detienes... Me arrastras a derramarme en tu boca, entre suspiros, con tu nombre entrecortado entre mis labios... Bebes de mi como yo, deseo beber de ti... Mi sed, es incontenible ya... Cuando me siento escurrir de tu boca, de tus labios, de tus yemas... Me acomodo entre tus muslos, que se abren para mi... Tu sexo, rosado, brillante, coronado por tu clítoris me llama... Los deseo... Te deseo... Y sobre él, me pierdo... Me pierdo en lamer, en beber, en probar, en saborear... Me pierdo en ascender, en descender a la vez que mi nariz se moja, se empapa de ti... Te siento gotear entre suspiros... Te escucho suspirar desordenada... Te deseo placer, te deseo sentir estremecer en mi boca... Una vez, dos, las que desees, las que seas capaz... Mientras tu sabor y tu aroma me invaden, mi sexo recupera su rigor, su dureza... Y solo me detengo para dejar que él, ocupe el lugar de mi lengua, de mis labios, de mis dedos, de mis yemas... 

Sosteniendo tus piernas por tus tobillos... Mi sexo te resbala... Te llena... Te embiste una y otra vez... A veces más intenso, otras más suave... A veces profundo, otras de ese modo corto que sé te gusta... Y en medio de esa danza, el placer nos invade y el tiempo, se detiene... Se detiene para nosotros... Se detiene por nosotros... Hasta caer ambos rendidos y fundidos piel con piel... Abrazados... Enredados... Sudados... Suspirando y supurando deseo por cada poro de la piel... 

Así... Deseo sea tu cita de hoy... Conmigo...