Tu breve piel contiene tantos manantiales
como desiertos he cruzado descalzo hasta encontrarte.
Si te dejas beber, te beberé hasta la última gota,
porque sé que es imposible secarte .
Y si eso ocurre, te lloveré de nuevo,
te lloveré de besos, de sexos, de palabras y de dedos, de yemas, para que desbordes todos tus manantiales.
Hasta inundarnos...
GdM.
