Al amanecer...
En medio de ese instante, ese ritual de cada mañana...
Entre la escogida lencería, y mi piel, mis yemas...
Arrodillado ante ti...
Dubitativo entre cubrirte o desnudarte...
Con tu piel expuesta al roce, de mis yemas...
Con mi sed, sedienta de tu salado néctar, dulce...
Arrodillado ante ti... Te tengo... Te bebo... Te deseo...
Siempre... Te beso...