Cada anochecer, tras la ducha, desnudo me recuesto a tu espalda... Bajo esas sábanas o sobre ellas...
Cada anochecer, mi piel te abraza, te abriga, se enreda a ti... Bajo esas sábanas...
Cada anochecer... Mis brazos te rodean, te abrazan, te envuelven... Bajo esas sábanas...
Cada anochecer... Mis yemas, deseosas de ti, te rozan, te acarician, te provocan... Perdidas en tu sensual y provocadora piel...